Planes Municipales: Elemento Indispensable para Crecer con Orden

Los ayuntamientos están obligados por ley a presentar sus Planes Municipales de Desarrollo, documentos que como ustedes saben, son elaborados por las administraciones públicas de los municipios, a partir del concurso de la sociedad y en un espacio de tiempo perentorio.

Este proceso nos es más que un etapa dedicada a la obtención o captación de información considerada estratégica que permitirá a la nueva gestión de gobierno, un eficaz diseño de sus políticas públicas, mismas que habrán de implementarse en los tres años de su ejercicio gubernamental y que debe iniciar con una convocatoria a los diversos sectores a participar en un ejercicio democrático de expresión ciudadana sobre la realidad política, social, económica y cultural que pervive en su delimitación territorial.

Asimismo, es evidente que el Plan Municipal deberá lograr –no en todos los casos sucede- integrar un diagnóstico suficientemente confiable que aporte elementos a las autoridades locales para la toma de decisiones exitosas y por supuesto para definir los objetivos a corto, mediano y largo plazo, enfatizando en los retos posibles para el periodo que fueron electos.

Desafortunadamente y esto es una triste realidad en todo el país, los Planes Municipales no han pasado más allá de responder simplemente a una exigencia legal y han dejado de ser un instrumento útil y efectivo para ordenar y priorizar, en base a los recursos económicos con los que se cuentan, las obras y servicios que en teoría deberían ser impulsados y concretados durante la gestión municipal, atendiendo como debe ser a la exigencia ciudadana.

Los Comités que debieran ser auténticos órganos de planeación democrática y que se denominan COPLADEMUN, en donde también debieran estar cuidadosamente integrados con pluralidad los diversos sectores sociales, son hoy organismos de membrete en donde se legitima lo que antes ya se decidió en un escritorio, más con una visión puramente clientelar que atendiendo a una auténtica necesidad social, colectiva y de verdadera utilidad pública para los gobernados.

Es importante destacar que en algunos municipios de México los Comités de Planeación para Desarrollo Municipal forman parte de la estructura orgánica y son atendidos permanentemente por un titular que está encargado, en coordinación con los miembros del comité, a dar un seguimiento puntual a los planes municipales.

Lo que para algunos pudiera ser un excesivo burocratismo el obtener consensos a través de dar a conocer a los representantes de la sociedad y a los sectores productivos lo que se pretende hacer como gobierno, representa una tarea ineludible de toda sociedad democrática que clama por que los gobiernos actuales, como práctica común y cotidiana, ofrezcan una mayor transparencia en los actos de gobierno y sobre todo, se le allanen los espacios para una mayor participación en las decisiones que deben de interesar a todos.

No es asunto menor reconocer y consolidar la planeación democrática y participativa, impulsada desde el gobierno hacia la comunidad; no es asunto menor, tampoco, que los ciudadanos como usted o como yo, conozcamos directamente de la autoridad:

Qué se va hacer; cuándo se va a hacer; cuánto nos va a costar y que beneficio social tiene dicha obra o servicio, entre otras preguntas que nos deben responder quienes hoy gobiernan y que tiene que ver mucho con la evaluación profesional de los programas y planes de gobierno para conocer a ciencia cierta, si la inversión pública tuvo el impacto social que la ciudadanía espera.