Coyuntura Cero

Soy parte de una sociedad agraviada, como sudcaliforniano y como mexicano.  La violencia de género, los feminicidios que han registrado los medios de comunicación locales en los últimos días (tres para ser exactos), es tema de ineludible reflexión y que remite a preguntarnos: ¿Desde cuándo hemos permitido que nuestro tejido social se esparza y diluya en nuestras manos, sin importarnos su trascendencia e impacto, sin percatarnos el grado de vulneración de los valores humanos y principios fundamentales que como sociedad no solo debemos de mantener intactos, sino promover con intensidad?. ¿Qué hemos dejado de hacer? ¿Dónde están los programas gubernamentales que van a la médula del problema, quién   o quiénes evalúan sus resultados? Lo que sucede en nuestra capital, La Paz, no sólo es un problema de delincuencia organizada, de lucha de cárteles de la droga, es por supuesto,   en esencia, un problema más profundo que tiene su origen en la entrañas de una sociedad

Uno no nace padre, se hace ante las realidades y las vicisitudes que tienen que pasar y enfrentar día a día. No hay -creo- un ABC de cómo encarar la vida con los hijos de lado tuyo, esperando siempre lo mejor de ti, eso que por cierto no es algo que se obtiene por generación espontánea, sin embargo, creo que la mayoría nos esforzamos por ser mejores, proveer lo necesario, educarlos, guiarlos, amarlos, muchas de las veces  sí, con tropiezos, cometiendo errores pero pese a ello, seguimos esta vida de frente, con dignidad, buscando allanar para nuestros hijos un camino cada vez mas difícil que se hace menos, de la mano de la madre guía y sostén de la familia. Ser padre -bueno o malo- es o debe ser la tarea mas importante en la vida de un ser humano, lo certero que seamos va a depender la vida de otros. Durar lo más que sea posible como diría Alí Chumacero, debe ser una misión insoslayable para los padres. alcanzar a verlos crecer, desarrollarse profesionalmente y realizarse a plenitud, e