2 de Octubre o el Parteaguas de la Democracia Mexicana




Ante la conmemoración nacional del 40 aniversario del Movimiento Estudiantil de 1968, es inevitable refrendar en la memoria colectiva los hechos acontecidos el 2 de octubre de 1968.
Sin duda, un momento crucial en la vida política de México y un verdadero parteaguas en la vida nacional cuyos resultados y frutos pueden verse en perspectiva, a cuatro décadas de distancia.
Hoy podemos observar y reconocer que los anhelos de una juventud impetuosa e irreverente, tarde o temprano, sirvieron en la construcción de un nuevo México, donde el diálogo y la razón siguen siendo hasta ahora, el común denominador en un proceso constante por el fortalecimiento de nuestra democracia.
Una democracia que no obstante su desarrollo y consolidación, la vemos con tristeza, amenazada y puesta a prueba por las mafias del narcotráfico que atentan contra la estabilidad de nuestro país y aún más, contra la integridad de muchos de nuestros compatriotas.
El recuerdo del 68 nos ha dejado muchas lecciones:
Nunca más el uso excesivo de la fuerza en contra de una sociedad indefensa, pero sí, todo el peso de la ley y del Estado para quienes atentan contra la seguridad ciudadana.
Nunca más la represión o el ir en contra de los más elementales derechos civiles de la sociedad, pero sí, una lucha sin tregua, sin descanso, contra quienes ponen en predicamento lo que ha costado al pueblo de México, años de sacrificios.
Rememoremos que los estudiantes del 68 exigían mayores espacios a la participación ciudadana y a la libre expresión del pensamiento crítico, por ello, nadie podrá negar que la democratización del sistema político mexicano tiene como antecedente inmediato, a este movimiento estudiantil.
Existen muchos puntos aún por dilucidarse y discutirse. Tal vez, estaríamos de acuerdo con que ha faltado más determinación del gobierno por desenmarañar los hechos sobre esta historia reciente de México.
El movimiento de 1968, merece el recuerdo de todos. La sociedad contemporánea tiene claro que el diálogo debe seguir siendo el común denominador de nuestros tiempos y que el país nunca más debe sufrir un hecho tan lamentable como lo ocurrido el 2 de octubre.
Derivado del movimiento de 1968 se tuvo una nueva visión de la participación ciudadana y de los alcances que ésta puede tener. Se propició una reforma acelerada de ideas en búsqueda de una democratización de las formas de gobierno. A pesar de ser un momento triste en la historia, sirvió para apuntalar cambios de reflexión e intencionalidad en nuestro país.

Actualmente, los avances en el Estado de Derecho y en la democracia, no podrían entenderse al margen de este movimiento, cada año se agregan nuevos participantes que aprovechan para manifestar su inconformidad con la realidad en la que viven.
Ahora nosotros debemos continuar con la lucha y la construcción de un México digno para las generaciones futuras.
Para concluir hago mención al prólogo del libro “Regina. 2 de Octubre no se olvida”, escrito por Don Enrique Díaz Michel:
"A menudo he escuchado la pregunta de por qué se celebra el dos de octubre cada año, si los manifestantes ni lo vivieron, y muchas veces ni siquiera habían nacido cuando esto sucedió. A esa pregunta debemos responder diciendo que hoy ningún mexicano vivió la Independencia de 1810, el movimiento de Reforma, "La Batalla del 5 de mayo" o la gesta de "Los Niños Héroes", pocos vivieron la Revolución de 1910, y todos celebramos estas fechas con orgullo y entusiasmo porque es nuestra historia, que no puede ni debe olvidarse. Esos acontecimientos los recordamos y celebramos porque son nuestras raíces y es la forma en que rechazamos lo que ocurrió para que no vuelva a suceder, es crear nuestra identidad como mexicanos".

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vivir para jugar o el Paceños Way of Life

El Profe "Chema" un político diferente.

📌 Don Manuel Davis Ramírez, precursor de la educación y legislador constituyente