El negocio de los autos usados…. Tijuana o el riesgo de morir en el intento.
Colusión y corrupción van de la mano en una actividad comercial donde el 99 por ciento de las transacciones se realizan en efectivo.
- Comerciante de autos (se omiten nombres) ponen los puntos sobre la íes ante el caso del joven
cobardemente violentado en la ciudad fronteriza.
Tijuana fue por muchos años la
ruta natural para un negocio venido a menos: la compra venta de autos usados.
Desde décadas atrás, en la
denominada zona libre, la península de la Baja California, los sudcalifornianos
hicimos de esa actividad, un negocio redituable o una posibilidad real para
hacernos de un vehículo en mejores condiciones de precio, lo que pocos saben,
es que significaba una decisión altamente riesgosa, frente a la inseguridad que
representaba realizar transacciones en efectivo en una ciudad como Tijuana
donde la criminalidad, el contubernio de autoridades y la corrupción, se fusionan
en lo ilícito y en el trance latente de perder la vida.
La muerte de por sí trágica y
violenta de un joven paceño, en la ciudad fronteriza, nos pone a reflexionar
sobre un problema que pervive a través de un modus operandi que parece tener largo tiempo perpetrándose en
condiciones similares y recurrentes, por no decir idénticas a las de un suceso
lamentable que ha consternado a la sociedad local y enlutado a una reconocida
familia de la localidad.
Frente a tal escenario
entrevistamos a algunos comerciantes de autos usados de La Paz, quienes desnudan una triste realidad:
“El riesgo es similar a otras
actividades, en gran medida detonada por la colusión entre agentes que debieran
velar por nuestra seguridad y los criminales” y agrega sobre el considera un modus operandi :
“Una persona coludida llega a una
yarda e informa que vendrá una persona con ciertas características de
vestimenta y que trae x cantidad de dinero en efectivo y viene a ver un carro X,
si el vehículo no es adquirido, se avisa que no fue comprada, en ese momento el
comprador se vuelve vulnerable, en pocas palabras esa misma gente, te pone”.
Reconocen que “hay
casos de personas desaparecidas con el dinero en efectivo que destinarían a una
compra que nunca se realizó”
Al abundar en el tema expresan que “existen
evidencias de que las propias policías de los aeropuertos de BC, al pasar el escáner
observan que se trae dinero en efectivo y al cuestionar al pasajero, se le explica
que sería destinado a la compra de vehículos, desde ese momento y con datos
corroborados, resulta lo mismo que la propia autoridad te ponía a expensas del
crimen”.
Recuerdan también los casos particulares
que le sucedieron “en casos particulares, hubieron momentos en donde quienes llevábamos dinero en efectivo, y ante la realidad que se vivía, teníamos que en el mismo
aeropuerto cambiarnos de ropa para no ser identificados…..es un riesgo muy cabr…desafortunadamente,
en esta ocasión le pasó a un joven de trabajo, honesto, de familia y un deportista
ejemplar”.
Al concluir la entrevista
reflexionan: “la gente no aquilata, que es un riesgo trasladarse a esa ciudad de
la frontera mexicana para comprar un vehículo no es cualquier cosa, por todo el
riesgo que conlleva viajar con dinero en efectivo. En este negocio desafortunadamente
el 99 por ciento de las transacciones se realizan en efectivo, no por
transferencia bancaria como debe ser” y sentencia “hay muchos casos que hasta 5
mil pesos te andan matando”.
La gente está haciendo de lado el
tema más importante que es la integridad de una persona por ahorrarse unos
pesos, en lugar de buscar la alternativa mejor que sería adquirir un vehículo
respaldado por una empresa que ya llevó su propio riesgo para poner en el sitio
del consumidor los vehículos.
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